Autora: Brigette Fuenmayor
Existen varias opciones donde puedes depositar tus ahorros. Primero, vamos a diferenciar lo que es un depósito a la vista y un depósito a plazo fijo.
Un depósito a la vista es aquel donde el titular de la cuenta puede sacar su dinero en parte o en su totalidad en cualquier momento. Mientras que un depósito a plazo fijo es aquel que tiene un objetivo de inversión, donde el dinero es entregado a una institución financiera con el propósito de generar intereses en un determinado periodo de tiempo.
Para elegir entre instituciones financieras, debes analizar lo que necesites de acuerdo a tus requerimientos. Debes tomar en cuenta temas como solvencia, seguridad y confianza. También analiza los cargos de acuerdo a los servicios que te brindan, si te ofrecen servicios en electrónicos para agilizar operaciones desde la comodidad de tu hogar u oficina y de igual manera, la disponibilidad de cajeros y sucursales bancarias que sean accesibles de acuerdo a tu ubicación.
Un punto clave que debes tomar en cuenta son las tasas de interés que una entidad financiera te ofrece. Una cuenta de ahorro recibe la capitalización de interés mensualmente sobre tus saldos. Los depósitos a plazo fijo son una alternativa para quienes tienen un excedente de efectivo y no lo necesitarán en el corto plazo. Las tasas de interés de los depósitos a plazo fijo son más altas de lo que puedes obtener con una cuenta de ahorros.
En muchos casos, las cooperativas de ahorro y crédito te ofrecen una tasa de interés más alta sobre tus depósitos a plazo fijo a diferencia de lo que te ofrece un banco. Lo ideal es que averigües en cada institución financiera que confíes sobre las opciones que ofrecen para que sepas dónde colocar tu dinero.
Finalmente, identifica que sea una institución financiera formal, bajo el control de la Superintendencia de Bancos o de la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria. Recuerda realizar un análisis global sobre los pros y contras que puedan existir. Y elige la entidad que más te convenga.