Autora: Lourdes Hernández
1. Cambia la idea que tienes del dinero
Mucha gente anda por la vida con esta actitud respecto a sus finanzas:
- Dios proveerá
- Gasta lo que no tiene
- Patea la pelota de un mes a otro
- Se da la buena vida
- No es con él / ella
- Es pura apariencia
- Sigue gastando y está quebrado
- Toma champaña con plata de cerveza (frase de Tiffany Aliche)
Puede que no te guste hacer presupuestos, pero tienes sueños y metas:
- Quieres comprarte un carro… con ese tren de vida no lo lograrás
- Quieres ir de vacaciones… no tienes tiempo ni dinero
- Quieres comprar esos zapatos… no te alcanza
Repite conmigo: lo que se planifica se cumple.
Haz un presupuesto y sabrás de cuánto dinero estamos hablando para el carro, para la vacación y para los zapatos. Recuerda lo que te enseñaron tu papá y tu mamá: “no gastes más de lo que ganas; y si quieres algo, ahorra”.
Primero debes convencerte, cambiar tu forma de pensar, tener una nueva mentalidad. Andar por la vida así:
- Dios proveerá – yo con mi esfuerzo proveeré. Dios me dará un empujoncito
- Gasta lo que no tiene – gasto con prudencia y con un presupuesto para ello
- Patea la pelota de un mes a otro – cada mes juego mi partido
- Se da la buena vida – sí, a veces lo hago, otras veces me sacrifico
- No es con él / ella – es conmigo, yo me responsabilizo de mis finanzas
- Es pura apariencia – no soy de brillos ni lentejuelas, soy yo mismo con mi familia
- Sigue gastando y está quebrado – tengo claridad y orden en mis finanzas
- Toma champaña con plata de cerveza – tomo lo que sé que me alcanza y lo disfruto
2. Haz el presupuesto
Registra tus ingresos y gastos.
Cuánto ganamos todos los miembros de la familia.
Cuánto gastamos en:
- Alquiler
- Servicios
- Préstamos
- Educación
- Transporte
- Salud y seguros
- Diversión
- Otros
En Diversión incluye el café de la mañana, el bolón, emparedado, bollo, sándwich. El lunch con amigos, la propina, el parqueadero, todo.
En Otros, incluye donaciones, ayuda que das a tus papás, impuestos, cuidado de mascotas, extras.
Repite conmigo: mi presupuesto se basa en el dinero contante y sonante que tengo hoy. No el dinero que alguna vez tendré o el que tuve tiempo atrás.
3. La buena noticia: lo que se planifica se cumple
Cuando dejas de ignorar a dónde va tu dinero, identificas cada gasto, asumes tu responsabilidad y determinas qué gasto vas a posponer, reducir, eliminar y conservar (técnica PERC). Entonces empiezas a planificar qué hacer con el dinero que tienes.
Quieres tomarte un fin de semana de descanso. ¿Cómo lo vas a lograr?
Con tarjeta de crédito. No.
Con ahorro. Sí. En… servicios básicos, o sea agua, gas y electricidad. ¿Cómo? Un baño más rápido, prender las luces más tarde, desconectar los enchufes, lavar los platos y la ropa con agua fría, etcétera hasta lograr una reducción de 20 dólares al mes.
Ahorra por 12 meses y con $240 dólares en tu bolsillo te vas a un Spa (busca uno cerca de tu localidad, los hay de primer nivel) que incluya masaje de relajamiento de una hora, baño en la piscina de agua termal, tomar el sol entre el vapor del agua caliente y un almuerzo saludable. Para dos personas.
Volvamos a tus sueños y metas:
- Quieres comprarte un carro… con $200 mensuales por 3 años ya tienes la entrada
- Quieres ir de vacaciones… ¡aplica la idea del Spa!
- Quieres comprar esos zapatos… deja de ir a la peluquería por 3 meses y los tienes
Repite conmigo: con mi presupuesto en orden… ¡me doy la buena vida!