Cinco formas de arruinar las vacaciones
Autora: Lourdes Hernández
- Aún si todo ha sido bien planeado y organizado, el tiempo de descanso familiar puede arruinarse si falta el ingrediente principal: buena actitud.
¡No era lo que esperábamos! Bueno, la vida es una sorpresa y parte de salir de la casa es adaptarse a lo nuevo. Así que ¡a disfrutar!
Papá y mamá discuten. No es el momento de reclamos ni malgenio. La prioridad es pasarla bien. Sembrar recuerdos hermosos en sus niños y en su pareja, lo contrario resulta inolvidable por lo triste.
Los niños se pelean. Esto es casi imposible de evitar y solo se supera planeando muchas actividades y teniendo buen sentido del humor.
En resumen, importante tener buena onda cada día de las vacaciones.
Hay cuatro situaciones adicionales para arruinarlas. ¡Cuidado!
- No planificar. Ir a la aventura a veces cuesta más porque se agota el hospedaje y podemos terminar en una habitación incómoda o en la más cara.
Si no planificamos y estamos en medio verano, y los niños están quejándose y tú necesitas desconectar, aprovecha el turismo local. Hay tantos sitios hermosos en nuestro país: playa, sierra, oriente. Puedes visitar a algún familiar o amigo cercano -no más de dos o tres días-. Seguro van a recomendar lindos sitios cerca, muchos de los cuales son inéditos y no mapeados para turistas.
- Pagar todo con tarjeta de crédito y quedar endeudado hasta fin de año. Si no guardamos dinero con anticipación para pagar la tarjeta, nos complicamos. No es opción pagar el mínimo porque se vuelve una bola de nieve.
Una buena planificación incluye cancelar con anticipación el hospedaje, transporte, parques de diversiones, reservación de restaurantes, conciertos, etc. Una vez en la localidad elegida, pagar en efectivo o tarjeta de débito las comidas rápidas, taxis, buses, gastos en sitios de esparcimiento.
Pagar con tarjeta de crédito restaurantes y compras. Si un día se ha vivido la experiencia de un sitio caro, el siguiente se compensa con comida en casa o local. No hay presupuesto ni estómago que resista comida y bebida exóticas.
- Aprovechar los meses de gracia. Luego de tres meses, te llega el estado de cuenta con pago inmediato y como la vida siguió y los gastos no descansan, el monto a pagar es inmenso.
En resumen, organización y disciplina al planificar, y también al regreso pues puede que debamos ajustarnos para pagar a tiempo. Cierto que “lo bailado nadie te quita”, pero que no te digan “toma payaso por novelero” cuando las deudas te sorprendan.
Fuente: Fundación Bienestar
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